es un libro de cuentos diversos, personajes reales e imaginarios conviven en estas páginas.
La hora quieta
era como yo llamaba a la hora de la siesta. Muchos de estos cuentos han sido creados durante la pandemia, a la hora en que José dormía la siesta y la ciudad se estremecía con el sonido de las ambulancias. Poder compartir con familiares y amigos lo que escribía, me permitió un respiro en esos días de incertidumbre. Las fotos que acompañan estas historias han sido tomadas por José en diferentes viajes, quise incorporarlas para que este pequeño libro tenga parte de los dos.